La erosión de la capa de ozono.
El descubrimiento, hace algunos años, de una disminución del espesor de la capa de ozono en la Antártica y en el Ártico ha planteado la hipótesis de una grave interferencia humana en la atmósfera, ya que el filtro que ejerce el ozono estratosférico sobre la radiación solar ultravioleta es esencial para el mantenimiento de la vida sobre nuestro planeta.
El ozono es un gas que se genera de forma continua en las capas altas de la estratosfera, debido a una serie de reacciones químicas que sufre la molécula de oxígeno al aportarle energía suficiente como, por ejemplo, en las radiaciones solares.
La necesidad de proteger la capa de ozono.
En septiembre de 1987, diversos países firmaron el protocolo de Montreal, dónde se comprometían a reducir, a la mitad, el consumo de clorofluorocarbonos para mediados del año 1996, y para su eliminación total en el año 2000 pero, para que la capa de ozono se recupere totalmente, deberá transcurrir, al menos, un siglo.
Las consecuencias del calentamiento del planeta.
Un aumento de las temperaturas daría lugar a una disminución de los hielos de los casquetes polares y a un aumento del nivel de agua de los mares y de los océanos.
La mayor parte de las zonas costeras bajas, como los deltas de los ríos o islas, como las Maldivas, pueden ser engullidas por el mar.
En cambio, en zonas como Rusia, se produciría un incremento de las tierras cultivables.
Conclusión final.
Los avances que se han producido en nuestra sociedad y los cambios que se han dado en nuestras vidas han dado lugar a un aumento en la contaminación de nuestro planeta como, por ejemplo, en el aumentado de la cantidad de CO2 que es expulsado a la atmósfera.
Debido a la gran contaminación que se está produciendo en estos momentos, se está dando lugar una creación de un agujero en la capa de ozono.
Debido a esto, se puede producir un aumento de los rayos ultravioletas, dando lugar a enfermedades en los ojos, como las cataratas y, también, puede retrasar o impedir el crecimiento de las plantas, puede deteriorar el planeta y el ecosistema marino.
El descubrimiento, hace algunos años, de una disminución del espesor de la capa de ozono en la Antártica y en el Ártico ha planteado la hipótesis de una grave interferencia humana en la atmósfera, ya que el filtro que ejerce el ozono estratosférico sobre la radiación solar ultravioleta es esencial para el mantenimiento de la vida sobre nuestro planeta.
El ozono es un gas que se genera de forma continua en las capas altas de la estratosfera, debido a una serie de reacciones químicas que sufre la molécula de oxígeno al aportarle energía suficiente como, por ejemplo, en las radiaciones solares.
La necesidad de proteger la capa de ozono.
En septiembre de 1987, diversos países firmaron el protocolo de Montreal, dónde se comprometían a reducir, a la mitad, el consumo de clorofluorocarbonos para mediados del año 1996, y para su eliminación total en el año 2000 pero, para que la capa de ozono se recupere totalmente, deberá transcurrir, al menos, un siglo.
Las consecuencias del calentamiento del planeta.
Un aumento de las temperaturas daría lugar a una disminución de los hielos de los casquetes polares y a un aumento del nivel de agua de los mares y de los océanos.
La mayor parte de las zonas costeras bajas, como los deltas de los ríos o islas, como las Maldivas, pueden ser engullidas por el mar.
En cambio, en zonas como Rusia, se produciría un incremento de las tierras cultivables.
Conclusión final.
Los avances que se han producido en nuestra sociedad y los cambios que se han dado en nuestras vidas han dado lugar a un aumento en la contaminación de nuestro planeta como, por ejemplo, en el aumentado de la cantidad de CO2 que es expulsado a la atmósfera.
Debido a la gran contaminación que se está produciendo en estos momentos, se está dando lugar una creación de un agujero en la capa de ozono.
Debido a esto, se puede producir un aumento de los rayos ultravioletas, dando lugar a enfermedades en los ojos, como las cataratas y, también, puede retrasar o impedir el crecimiento de las plantas, puede deteriorar el planeta y el ecosistema marino.
Autor: Alejandro Serrano
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